Alfred Tennyson
LA LITERATURA Y BIOGRAFIA DE ALFRED TENNYSON
(1809-1892)
Fue un poeta y dramaturgo británico, uno de los más ilustres de la literatura universal, perteneciente al posromanticismo y creador de una nueva forma de expresión en la lírica, el monólogo dramático. La mayor parte de su obra está inspirada en temas mitológicos y medievales, y se caracteriza por su musicalidad y la profundidad psicológica de sus retratos. Más tarde en su carrera realizó varios intentos de escribir dramas teatrales, aunque con escaso o reducido éxito. En sus obras cultivó distintos estilos poéticos, creando algunos de los más bellos poemas líricos de la lengua inglesa.
Nació en Somersby (Lincolnshire), el 6 de agosto de 1809. Su educación infantil estuvo en manos de su padre, el clérigo George Clayton Tennyson. Ya desde joven, manifestó un gran interés y talento en la composición poética, escribiendo poemas originales en una extensa variedad de estrofas, e imitando los de los poetas más conocidos de su época, como Lord Byron, a quien siempre admiró. Algunos de los poemas de su juventud quedaron plasmados en un libro que publicó en colaboración con su hermano Charles, “Poemas de dos hermanos” (1827). En 1827, Tennyson ingresó en el Trinity College de la Universidad de Cambridge. Mientras estudiaba allí, publicó un extenso poema en verso libre, de gran espiritualidad, “Timbuctu” (1829), por el que recibió un premio, y pudo publicar su primer libro en solitario, “Poemas, principalmente líricos” (1830), que contiene 'Mariana'. Su segundo libro, “Poemas” (1832), contiene poesías líricas como 'La dama de Shalott', 'Oenone', 'El palacio del arte', 'Los lotófagos' y 'Sueño de una señora', pero recibió críticas bastante adversas en el momento de su publicación. La muerte repentina de su amigo Arthur Callam en 1833 produjo en el poeta una profunda depresión espiritual, que le llevó a prometerse a sí mismo no publicar más poesía en los siguientes diez años, y dedicarse exclusivamente a la lectura y la meditación. Aunque durante ese tiempo rechazó dar a imprenta trabajo alguno, no dejó de escribir. En 1842, tras la expiración de su autoimpuesto período de silencio, Tennyson consiguió el unánime reconocimiento de la crítica con la publicación de los dos tomos de “Poemas”. Esta colección, que contiene obras como 'Morte d'Arthur', un idilio basado en la leyenda del rey Arturo, 'Locksley Hall', 'Ulises' y el conmovedor 'Rompe, rompe, rompe', ayudaron a situarlo como el poeta más sobresaliente de su tiempo. Fue nombrado poeta laureado, sucediendo en el puesto a William Wordsworth. Rico en su ambientación medieval, y con una caracterización noble y realista, la composición de ‘Idilios del rey’ es un extenso poema que contiene algunos de los mejores pasajes de la literatura de Tennyson.
Pocos poetas han producido tal cantidad de obras maestras en tantos estilos diferentes como Tennyson. Él ha sido, probablemente, el escritor más destacado del eclecticismo en la literatura inglesa. Sus poemas, construidos con una incomparable maestría, reflejan a la perfección las aspiraciones de orden y armonía que caracterizaron a la Inglaterra victoriana.
La balada de ‘La Dama de Shalott’, una de sus más impactantes baladas literarias. Publicada en 1833 –junto a otros aciertos de su lírica como ‘Oenone’ y ‘La Hija del Molinero’– trae a la poesía inglesa una cadencia perfecta y de una armonía hasta entonces inexperimentada.
Parte I
A las márgenes del río, allí se extienden
Campos anchos de cebada y de centeno
Que revisten desde el llano hasta su cielo;
Y los cruza aquel camino que conduce
A las torres: Camelot
Y la gente viene y va mirando fijo
Al lugar donde los lirios florecientes
Forman ronda de una isla, allí debajo:
Es la isla de Shalott.
Palidece el sauce, el álamo vacila
Y las brisas ya temblando se ensombrecen
Tras las ola que recorre para siempre
Ese río que vecino de la isla
Va fluyendo a Camelot
Cuatro muros grises, cuatro grises torres
Dan desdén a un exterior copioso en flores:
Son la isla silenciosa que aprisiona
A la Dama de Shalott
Junto al margen tras el velo de los juncos
Se deslizan las barcazas remontadas
Por equinos con sosiego; y escondidas
Van barquillas con sedoso, raudo impulso;
Van flotando a Camelot
¿Mas acaso alguien la vio agitar su mano?
¿O apoyada en el balcón de su ventana?
¿Quién conoce de la gente de este estado,
A la Dama de Shalott?
Sólo aquellos que a la siega van temprano
Entre tanta espiga lista de cebada
Escucharon la canción cuyo eso se halla
En el río dulce y claro serpenteando
A las torres: Camelot.
E impaciente el segador al plenilunio
Mientras pone su cosecha en altas parvas
Escuchándola musita: “Es la encantada,
es la Dama de Shalott”